Salud mental y calidad de vida en pacientes con lupus eritematoso sistémico

Abstract

El lupus eritematoso sistémico por sus siglas (LES) es una patología autoinmune crónica multisistémica en la cual pueden verse afectados diferentes órganos y sistemas del individuo. Es fundamental comprender que la salud mental de las personas que padecen enfermedades crónico-degenerativas va más allá de la perspectiva biomédica, después de recibir dicho diagnóstico la persona se enfrenta a un sin de sentimientos, nuevos desafíos en su vida laboral o académica, así como a cambios en su vida social y económica por lo cual el nivel de calidad de vida de dicho individuo se ve perjudicada en todas sus dimensiones. El pronóstico de dicha enfermedad ha mejorado, pero aún existen necesidades no abordadas del padecimiento, se estima que el 90% de los individuos que sufren LES en su totalidad es el género femenino prevaleciendo en la edad entre los 20 a 40 años. Objetivo: el objetivo de este estudio de investigación es analizar la relación entre la salud mental y la calidad de vida de las pacientes con LES en el primer nivel de atención. Método: el estudio se basó en el enfoque cuantitativo, diseño observacional, analítico, correlacional de corte transversal, constituido con un universo de 118 pacientes con la patología de LES y una muestra de 90 pacientes femeninos entre los 20 a 40 años de edad. Dicha recolección se efectuó a través de dos instrumentos: Cuestionario de salud sf-36 para medir el nivel de calidad de vida y la escala KESSLER K-10, para determinar el daño psicológico del paciente con LES. Resultados: los resultados obtenidos en la investigación revelan una clara relación entre dichas variables. Conclusiones: es imperativo reconocer que el abordaje de la salud mental en el siglo XXI ha sido subestimado, a pesar de ser un elemento crucial que impacta directamente en la felicidad, bienestar, calidad de vida, relaciones interpersonales, productividad y en todas las esferas de nuestra vida. Por tanto, se hace indispensable la implementación de un enfoque integral que considere todas las dimensiones relacionadas con la calidad de vida de las personas, con el objetivo de asegurar intervenciones efectivas y significativas en este ámbito tan importante.