Abstract:
La Corte Penal Internacional (CPI) representa uno de los mayores avances, y a la vez uno de los mayores retos a los que se enfrenta el derecho internacional contemporáneo, ya que, es una institución sin precedentes. Es el primer tribunal penal internacional de carácter permanente y no ex post facto, es decir, su existencia no es posterior a los crímenes cometidos, como los que hasta ahora han existido. Asimismo, la actuación de sus diferentes órganos, en especial la Oficina de la Fiscalía, están teniendo un impacto social y político en las situaciones que investiga, ya que les da mayor relevancia y notoriedad internacional.
En este sentido, la Corte Penal Internacional como una institución con un nivel tan alto de relevancia puede y debe estar en constante revisión para la optimización de su funcionamiento y su efectividad. Por ello que a lo largo de esta investigación se propone una revisión de las funciones del Consejo de Seguridad, así como de su definición, en relación con la actividad de la Corte, y una modificación en las facultades de investigación del Fiscal, que permitan tomar en consideración otros elementos, además de los tradicionales de justicia retributiva occidental, a los fines de lograr un balance entre justicia y paz.
El objetivo general planteado en esta investigación es “proponer y justificar un nuevo rol para el Fiscal de la Corte Penal Internacional vis-à-vis las potestades del Consejo de Seguridad establecidas en el Estatuto de Roma a los fines de coadyuvar a la obtención de una institución de justicia global.” La investigación es combinada, ya que se usó investigación documental y de campo. El trabajo de campo tuvo un enfoque cuantitativo, ya que se buscaba medir numéricamente la respuesta de la Fiscalía y desde, ese enfoque medir su eficiencia y resultados según el mecanismo de remisión.