Heredia Bedolla, Kenia Isabel; Heredia Bedolla, Kenia Isabel::orcid::Identificador
Abstract:
El éxito del tratamiento endodóntico se basa en la limpieza precisa del sistema de conductos radiculares, la remoción de tejido vital o necrótico y microorganismo y sus subproductos (1)(2)(3).Para llevar a cabo un adecuado desbridamiento, es fundamental determinar con precisión la longitud de trabajo del conducto radicular (LT)(4). Y a su vez proteger que los instrumentos, irrigantes, materiales y medicamentos se mantengan en el interior del espacio radicular durante el tratamiento, de esta manera evitar cualquier posible extrusión más allá del foramen apical y al mismo tiempo no interferir en el proceso de cicatrización del tejido periapical o tener un impacto en el dolor postoperatorio (5)(3). La longitud del conducto radicular se describe como la distancia desde el punto de acceso coronal hasta el extremo apical del conducto radicular, límite donde se debe finalizar la obturación (6). En base a un gran número de investigaciones se reporta que el límite del conducto radicular es el cemento dentinario o conducto cemento-dentinario (CDC), sitio en el que coincide con la unión entre la pulpa y tejido periodontal, donde el tejido pulpar se transforma en tejido periodontal apical (7)(8).