Mares Sánchez, Johanelly Benazir; Mares Sánchez, Johanelly Benazir::orcid::0009-0005-1597-6334
Abstract:
Los seres humanos en sociedad dotamos de símbolos, significados, elementos, estética, etc., a la realidad en la que habitamos, esto, con la finalidad de identificar y poder explicar aquello que pertenece a nuestro contexto, espacio y tiempo. Podemos relacionar imaginarios sociales con comportamientos, profesiones, instituciones, lugares, etc. Aunque claro, estos pueden ser construidos desde ideologías o instituciones de poder que ponen la pauta para estas construcciones psicosociales1 que pueden, o no, reprobar a lo que intentan explicar.
Como referentes analíticos y teóricos no son algo nuevo.2 La preocupación por analizarlos dentro de las realidades sociales parte desde la filosofía con los planteamientos de Cornelius Castoriadis en libros como La Institución Imaginaria de la Sociedad3, donde se ven dotados de una mirada del otro; así como en otras ciencias que orbitan entre la psicología, el psicoanálisis, la sociología, la antropología y, la que ocupa a este trabajo, la historia.
Durante la temporalidad a estudiar, 1940 a 1960, las prácticas e imaginarios sobre la prostitución no se han visto abordados en el ámbito local, aunque para la temporalidad de 1900 a 1920 sí podemos encontrar al menos un referente,4 privilegiando otros temas de estudio como: la entrada a la modernidad.