Prácticas sociales hostiles que constituyen factores de riesgo para la salud mental de alumnos con bajo desempeño académico en la secundaria Adolfo López Mateos de la sindicatura de Aguaruto

Abstract

Las prácticas sociales hostiles representan un factor de riesgo en el desempeño académico de los adolescentes en los escenarios escolares, pues estas repercuten en situaciones de deserción escolar y violencia entre otros. Es la escuela secundaria “Adolfo López Mateos” en Aguaruto, Sinaloa, el espacio de análisis de la forma en que los adolescentes viven su cotidianidad en la escuela ya que se han ignorado las prácticas sociales que son consolidadas por la colectividad y que son factores de riesgo para la salud mental social. Motivo por el cual esta investigación es cualitativa y analiza las características y las circunstancias de prácticas sociales del contexto sociocultural de la institución educativa, donde la población a investigar fue la de los adolescentes de primer y segundo año con bajo rendimiento académico y que además han sido canalizados al personal de USAER por tener reportes por conductas que perturban el orden, siendo la entrevista a profundidad, el diario de campo y el cuestionarios auto administrados algunas de las técnicas utilizadas para obtener la información por lo que se recurrió a la etnometodología como metodología, a la teoría de la estructuración de Antony Giddens y la concepción de salud mental de Erich Fromm. Como resultado de esta investigación se tiene que las practicas hostiles por las cuales los alumnos son sancionados fueron generadas con la participación de todos los que conforman la comunidad escolar en sus diferentes roles, donde el carácter social que ahí impera es hostil tanto en estudiantes, como en maestros, prefectos y administrativos teniendo que solo los alumnos son sancionados mientras que los adultos no, además que se pudo observar que las sanciones del personal a los alumnos en ocasiones afectaban la auto imagen de los alumnos o físicamente, por lo que en estas interacciones los alumnos y alumnas optaban por la intimidación y hostilidad como recurso para mitigar la agresión. De esta investigación podemos concluir que la salud mental social se mantiene con prácticas sociales donde el respeto, la solidaridad y la fraternidad son los contenidos de las prácticas sociales con las cuales se interactúa en la vida cotidiana, y si las reglas con las cuales se organiza esta cotidianidad son equitativas y constantes se podrá reducir de manera importante aquellas circunstancias que consolidan las practicas hostiles como resultado de consecuencias no deseadas de la acción y así generar escenarios donde los alumnos y alumnas puedan desarrollar el potencial que poseen.