Abstract:
En esta investigación se abordó la necesidad de documentar el patrimonio construido de la ciudad de Culiacán, Sinaloa, y se desarrolló un trabajo de “reconstrucción histórica virtual” del espacio y contexto de la Plaza Álvaro Obregón, atendiendo a dos momentos históricos: 1861 y 1952. Esta se concibió considerando que la realidad virtual se constituye en una poderosa herramienta que permitió elaborar la reconstrucción histórica virtual de este espacio, apoyada en una metodología de trabajo. Se fundamentó y desarrolló a partir de los postulados teóricos y filosóficos planteados por reconocidos representantes del mundo del arte y de la cultura en general: Marina Waisman, Lorena Manzini, Zygmunt Bauman y Gilles Lipovetsky. La conjunción de estas visiones permitió tomar una posición con respecto al problema abordado y se partió de la idea básica de que la realidad virtual es un producto de cultura en constante evolución, en la que se simula una realidad con el objeto de estudiarla, donde el mundo virtual es una representación de la realidad que físicamente no existe al estar “desmaterializada”. Por su parte, el análisis historiográfico permitió conocer al patrimonio cultural, al monumento, en cada uno de los momentos históricos considerados e “interpretar” sus significados culturales, incluso a partir del análisis de los modelos de reconstrucción histórica virtual elaborados. La síntesis de estas visiones aportó una metodología para el análisis del patrimonio construido y reconstruido, mediante una clasificación basada en categorías y modalidades, cuya pertenencia a una u a otra depende de las características presentes en toda obra arquitectónica. La identificación de tales características y de los significados alusivos al patrimonio arquitectónico desaparecido y también del aún vigente, permitieron elaborar los “modelos de reconstrucción histórica virtual”, y su descripción e interpretación aportaron gran riqueza al discurso histórico propio del espacio de la Plaza Obregón y de la ciudad.