Wilson Mendívil, Lilian Yunueth; Wilson Mendívil, Lilian Yunueth::orcid::0009-0009-5204-8886
Abstract:
Objetivos: Determinar la influencia de las prácticas de crianza en alimentación y la conducta alimentaria sobre el riesgo de DT2 en jóvenes universitarios. Describir las características sociodemográficas, IMC, CC, porcentaje de grasa visceral y corporal, prácticas de crianza en alimentación, conducta alimentaria y riesgo de DT2 en jóvenes universitarios. Comparar IMC, CC, porcentaje de grasa visceral y corporal, prácticas de crianza en alimentación, conducta alimentaria y riesgo de DT2 en jóvenes universitarios por sexo. Comparar IMC, CC, porcentaje de grasa visceral y corporal, prácticas de crianza en alimentación, conducta alimentaria y riesgo de DT2 en jóvenes universitarios por antecedentes paternos de diabetes. Comparar las prácticas de crianza en alimentación, CA y riesgo de DT2 por clasificación de IMC, CC, porcentaje de grasa visceral y corporal en jóvenes universitarios.
Metodología: El diseño de estudio fue descriptivo-comparativo-correlacional de corte transversal. Se empleó muestreo probabilístico, aleatorio, estratificado por antecedentes paternos de diabetes y sexo. La muestra estuvo representada por 397 jóvenes universitarios de ambos sexos, con y sin antecedentes paternos de diabetes. La muestra fue calculada con el programa estadístico nQuery Advisor con un nivel de significancia del .05 y 95% de confianza. Se considera una tasa de no respuesta del 40%.
Resultados: Las prácticas de crianza en alimentación: restricción de alimentos poco saludable (B= 0.97, p= 0.01), presión para comer (B= -0.69, p= 0.26) y alimentación insalubre (B= -0.79, p= 0.41) incrementa el riesgo de DT2 en los jóvenes universitarios, así como el hambre (B= - 0.48, p= 0.08), el disfrute de los alimentos (B= - 0.69, p= 0.26) y la lentitud para comer (B= -0.57, p= 0.01) de los rasgos apetitivos de la conducta alimentaria.
Conclusión: Las prácticas de crianza en alimentación que implementan los padres durante la infancia de los hijos y la CA que estos han adoptado en su juventud, influyen en el riesgo para el desarrollo de DT2.